El largo, cálido e imaginado verano.

     

   Qué bonito sería pasar un verano en la campiña francesa, paseándome a media tarde del mes de julio por lugares en los que parecía no haber nadie (todos viendo el Tour de Francia o echándose la siesta, jiji), en los que yo creyéndome la más guapa del lugar, podía explotar toda la feminidad que llevaba dentro recogiendo flores y poniéndolas en mi preciosa melena.

      Con algunas hojas y flores, me las cosí en unas braguitas viejas que tenía; me quedaron divinas divinas, era tanto tiempo de descanso y de no hacer nada, que un día se me ocurrió hacer esta maravilla de braguitas.

     Prácticamente a diario mi Ama me obligaba ha hacer la comida, hacía calor en la cocina, pero no tenía ningún reparo en quitarme la camiseta e incluso el delantal, con tal de lucir mis espléndidas tetas que tuvo el gusto de implantarme mi Ama por mi buen comportamiento durante todo el año que he pasado con ella.

      Poniéndome viejos corsés que la abuela de mi Ama guardaba en la casa de la campiña francesa. Imaginaos lo contenta que estaba, no cabía de gozo en mi cuerpo con tan maravillosa vestimenta, ayudando a los lugareños a pisar las uvas, allí en todo lo alto del barreño de madera (lo caliente que me puse al notar que todos me miraban...). Mi Ama tuvo el datelle de recogerme el pelo para que así pareciera una mujer mucho más sensual. No me digáis que la foto no es divina divina!!

  Bueno queridas miass, éste ha sido mi largo e "imaginado" verano jiji.
 
  Un beso mariss