Hoy voy a empezar un apartado llamado "Experiences", digamos que es el primer capítulo, no por ser el primero que escribo tiene que ser mi primera experiencia vistiéndome de mujer, o la primera vez que me puse unas bragas. Son experiencias que he tenido a lo largo de mi vida, vamos que aunque sea la primera que escribo (creo), no significa que sea la primera de mi vida, pero claro que contaré mi primera vez, pero eso será más adelante. (jijiji la de veces que he dicho `primera´ oigsss!!!)
Una de mis experiencias luciendo como nenita fue en casa, aprovechando que mis papis y mis hermanas/o no estaban en casa, vamos... que tenía toda la casa para mi; me di una duchita, luego después me puse una toalla anudada a la altura de las tetas (como creo que lo hemos hecho todas), yo tan contenta y divina dando paseitos por casa, hasta que me dio por mirar en los cajones que yo sabía que mis hermanas guardaban ahí sus prendas más íntimas. Elegí un suje y unas braguis para ponerme, no iba conjuntada pero me daba igual, yo iba con mis braguitas y con mi sujetador tan contenta por casa. Pero ví un albornoz de alguna de mi hermanas y no dudé en ponérmelo.
Podéis ver a una hermosssísima rubia con su batita de color rojo y a una morena con su batita de color blanco. Pues no iba ni como rubia ni como morena, digamos que con un pelo castaño con ligero tinte cobrizo, más o menos tendiendo a peliroja. La batita ni roja ni blanca, sino su fusión, digamos que con una batita rosa andaba yo por casa, jiji.
Qué más quisiera yo estar de peliroja y con una batita rosa, pero como sissy que soy pues así me gustaría haber estado, siendo una como una mezcla de las dos modelos de las fotos.
Pero de verdad me veía estupenda, no como las dos bellezas de las fotos, pero en esos momentos me sentía divina, igual que ellas en mi imaginación, como ya os he dicho antes. Ya puesta yo quise dar un paso más allá... me llené de valor y cogí un pintalabios de una de mis hermanas y me pinté los labios, yo ya estaba como en una nube, en mi nube particular posando delante del espejo de mi habitación, poniendo morritos, bailando dando vueltas, haciendo volar la falda del albornoz me sentía como una diosa.
Hasta que llamaron a la puerta de casa y sin contemplaciones me dirigí a abrir la puerta, sólo la abrí un poco, no era plan de abrir de par en par, me daba un poco de morbo verme así; era una vecina preguntando por mi madre, en esos instantes me dí cuenta que llevaba los labios pintados, así que me eché para atrás, casi como escondiendome detrás de la puerta, me mordía los labios, a cualquier pregunta que hacía yo asentía y movía la cabeza hmmh... mmmhh... si si o si no, pero no era capaz de articular palabra. Hasta que la pesada de la vecina se fue; fueron varios minutos angustiosos, no por que me viera con el albornoz, ya que iba bien tapadita y no se notaba ni el suje ni nada, era por los morros pintados, que eso si que salta a la vista, yo creo que se dió cuenta pero a día de hoy ya me da igual, pero en esos momentos me puse un poco nerviosa, fue una de mis muchas "experiences" vestidita y a medio pintar, ya que sólo me pinté los labios y eso no es maquillarse, pero con el maquillaje también tengo unas cuantas que ya contaré.
Supongo que muchas de vosotras os habrá pasado algo parecido, la que os cuento es normalita, he tenido otras más subiditas de tono, pero será en otro post.
Besitosssss
