Si es que valemos para todo

             No hay nada tan ideal para una sissy como que te despierten por la mañana y te digan... "hoy  que tenemos algo especial para ti, vas a sentir lo que nunca has sentido antes, va a ser un día especial y que nunca olvidarás".

          Que de repente empiecen a darte un masaje de glúteos pues qué decir, es toda una maravilla, la sensación de notar unas manos masculinas que abarquen tus dos cachetes, sentir como se deslizan y te aprietan, hacen sentirte en otra dimensión. Más si cabe, si has tenido una jornada intensa y sin descanso, siempre atenta a los requerimientos de la Mistress y el novio que trajo a casa, que he de decir que tiene que ser masajista, puesto que tiene unas manos que te hacen subir al cielo del intenso placer que recibes por parte de el.
           Que tu Ama tenga ese detalle contigo pues es de agradecer, que comparta este tipo de placeres con una es un detalle a tener en cuenta, que por muy sumisa que sea una, siempre de una forma u otra ella te recompensa por el trabajo bien hecho.

      Cuál fue mi sorpresa, después de tan lindo placer, que una se quedó tirada y extasiada en la cama, cuando me hizo despertar, levantarme de inmediato de la cama, obligándome a ponerme cabeza abajo y culo arriba (postura bien conocida por todas nosotras) para hacer conmigo lo que nunca antes había hecho.
      Mirad la imagen...

           Me puso de esta guisa, tumbándome boca abajo con los pies hacia arriba. Su nuevo novio, el masajista me cogió por los pies me los subió y me ató una cuerda de dedo gordo a dedo gordo, yo pensé que me iban a poner unas esposas para pies o algo por estilo, pero no cabía en mi cabeza lo que realmente querían hacer conmigo.
           Seguidamente observo como viene mi Ama con sus braguitas rojas, las de las grandes ocasiones, toda mojaditas, va y me usa como tendedero portátil!!! Con un par de pinzas en las manos, las tendió en la cuerda así sin más. Me dijo que no me moviera hasta que sus braguitas rojas se secaran.
             Así me quedé hasta el medio día, qué dolor de piernas, apenas me circulaba la sangre, de vez en cuando sin que me vieran bajaba las piernas para descansar de la postura tan incómoda y super-sumisa. Enseguida me di cuenta de "eso" tan especial que tenían para mi y que nunca iba a olvidar.
         Cuando te ves así, es cuando realmente te das cuenta que para ese tipo de cosas es por lo que te quieren, es humillante en cierto modo, pero no hay nada que me haga sentir tan bien como tener el gusto tener las braguitas favoritas de Ama encima de ti, en todo lo alto, prendadas de la cuerda y una haciendo de tendedero. Pocas son las elegidas, pero algunas tenemos la suerte de hacer esto por nuestras divinas y sensuales Mistress.

    Besitosssss